El camino hacia adelante - Vida Honesta

El Camino Hacia Adelante

El poder transformador de la acción correcta

En último término, es la gracia y misericordia (el misterio del amor, el Shabad), lo que lleva a una persona al sendero espiritual. Sin embargo, es responsabilidad nuestra aportar todo lo que podamos para hacer el viaje más fácil. La gracia de Dios es abundante, y cuando Él quiere liquida nuestras deudas. Pero nuestra aportación a este gran viaje, por muy pequeña que sea, es altamente significativa, porque nuestro esfuerzo para avanzar hacia Dios es lo que trae su gracia. A medida que vamos comprendiendo cómo funcionan la vida y el karma, se hace muy claro que la estructura de nuestra vida diaria debe ser firme. Estamos reconstruyendo nuestro buque. Estamos haciéndolo apto para navegar. Una vida construida sobre los sufrimientos de otra criatura viviente, sea humana o animal, nunca puede constituir una fuente de felicidad duradera, lo mismo que una vida construida sobre una mentira nunca puede conducir a la verdad.

Orientación en la dirección correcta: el camino positivo

El ideal moral expuesto por todas las culturas y tradiciones se basa en la sencillez y la frugalidad: vivir modestamente en el mundo, dedicados a un trabajo honrado.

Sé trabajador y frugal, y te harás rico. Sé sobrio y moderado, y estarás sano. Sé en general virtuoso y serás feliz.
Benjamin Franklin53

Sin embargo, lo más importante es nuestro enfoque: que siempre estemos dirigidos hacia lo positivo, hacia el bien más alto. Tan importante es nuestra orientación en la vida, que en la tradición espiritual sij la palabra más frecuentemente usada para designar a un adepto espiritual (el maestro), es la de gurmukh, que significa sencillamente “uno cuya cara está girada hacia el guru”. El guru es, a nivel humano, la ventana a la realidad sin forma de Dios. Como dice el Maestro Eckhart:

El hombre debe orientar su voluntad y sus obras hacia Dios, y mirando solo a Dios, ir adelante sin miedo, sin pensar, ¿hago bien o hago mal? Uno que calculase todas las posibilidades antes de comenzar su primera batalla, nunca lucharía. Y si para ir a un lugar, debiéramos pensar dónde poner el pie delante, nunca llegaríamos allá. Es nuestro deber hacer lo siguiente: proseguir inmediatamente; ése es el método correcto.
Maestro Eckhart54

Tenemos que dirigirnos hacia nuestro punto de destino, y no andar vacilando en nuestra decisión. Lo que nos lleva hacia Dios, a nuestra meta espiritual, es bueno; debemos ponernos en esa dirección y seguir adelante. Los bienes mundanos tienen poca importancia. En el análisis final, todos los místicos coinciden en que las riquezas del mundo nunca pueden traer felicidad, paz de mente o gozo duraderos. El Maestro Charan Singh dice:

Los éxitos mundanos nunca pueden darte la felicidad permanente. Puede que seas rey, puede que seas gobernante, puede que hagas el bien al mundo; pero tus solas acciones no te devolverán nunca a Dios. No obstante, obtendrás sin falta el fruto o recompensa. De la clase “C” de preso llegarás a la clase “A” de preso. En vez de llevar cadenas de hierro, estarás atado con cadenas de oro. De cabañas pequeñas serás llevado a palacios.
Maestro Charan Singh55

Así pues, ¿por qué seguir buscando la realización en las cosas del mundo? Sarmad nos da una expresiva imagen de la esterilidad de tales objetivos:

¡Oh Sarmad! ¿Por qué vagas de un lugar a otro?
¿Dónde hallarás amor en este mundo?
Un árbol seco y muerto no da sombra.
La avaricia atrae solo a la deshonra.
Sin estar satisfecho con lo que se tiene, no hay paz.
Así que deja con gracia el mundo de la avaricia.
Sarmad Shaheed56

Las recompensas materiales carecen de amor, y sin amor, qué es la naturaleza del alma, estaremos siempre inquietos y suspirando por algo más. Pero en el mundo de hoy, donde el éxito casi siempre se mide en términos de bienes materiales, se nos induce a darles importancia. Nuestra cultura consumista nos impulsa a pensar que no sobreviviremos si no somos ricos. Nos seduce con imágenes del estilo de vida que desea que llevemos, y nos tienta a que quebrantemos nuestras prioridades para conseguir rango, ascensos y empleos, de los que según él, no podemos prescindir. Por ello, se necesita valentía para caminar realmente por el sendero espiritual en vez de solo hablar de él:

Las malas obras, esas que son dañinas
  para uno mismo, son fáciles de realizar.
Lo que es beneficioso y virtuoso,
  eso es muy difícil de hacer.
Dhammapada57

El reorientarnos hacia el espíritu exige un esfuerzo constante y serio. Tenemos que desarrollar facultades diferentes, ‘sutiles’, porque el Verbo es sutil y únicamente se le puede conocer con una conciencia diferente. La realidad del espíritu existe más allá del alcance del intelecto y los sentidos, más allá de nuestro actual poder para captar las dimensiones de espacio y tiempo. Para experimentar el Verbo (o Shabad) de modo que nuestra fe se haga inquebrantable, tenemos que abandonar nuestras preocupaciones de todo aquello a lo que estamos apegados. Tenemos que ganar tiempo para nuestro trabajo espiritual. Tenemos que dirigirnos a nuestro interior en busca de la tranquila y a veces desierta soledad del mundo interno: tenemos que trabajar en, y sobre, nosotros mismos. Tomás de Kempis, el filósofo místico cristiano del siglo quince, dice:

Se encuentran muchos que desean la contemplación, pero no tienen intención de practicar las cosas requeridas para ello... Los hombres confían en signos y cosas sensibles, y se preocupan muy poco de la perfecta mortificación de sí mismos.
Tomás de Kempis58

Para asegurarnos de que vamos adonde queremos ir, hemos de izar las velas de la acción positiva, incluso cuando la mayor parte del mundo vaya a la deriva en la dirección opuesta, arrastrada por las corrientes y mareas de la existencia física. Hemos de obrar, sabiendo adónde vamos y manteniendo a la vista nuestro punto de destino, y sin preocuparnos de lo que otros digan, piensen o hagan acerca de nuestra opción:

Se audaz como el leopardo, ligero como el águila, rápido como el ciervo y resuelto como el león al hacer la voluntad de tu Padre Celestial.
Ética de Los Padres59
Entonces dijo Jesús a sus discípulos:
“Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo,
tome su cruz, y sígame”.
Evangelio de Mateo60
Un modo honrado de ganarse la vida

El núcleo central del ideal de vivir honestamente es ganarse la propia vida. Siempre que sea posible, debemos mantenernos con nuestras propias ganancias y no vivir de los ingresos de otros. Por supuesto, hay excepciones obvias, tales como el cónyuge que cuida de la familia mientras el otro gana los ingresos, o aquellos que, debido a enfermedad o vejez, no pueden mantenerse a sí mismos. Pero el principio general siempre es válido. Y aun cuando podamos legítimamente vivir de una herencia, debemos tener en cuenta que algún día habremos de pagar por la riqueza heredada si fue adquirida por medios ilícitos.

Nada de lo que hagamos en la vida tiene que ir en contra de las leyes del país, de la sociedad o de la humanidad, ni hemos de causar daño o sufrimiento a otros. No hemos de mentir, engañar, robar o defraudar, y esto se aplica a las interacciones con los demás tanto materiales como emocionales. Debemos ser honrados en todos nuestros tratos, tanto con nuestros iguales como con aquellos que estén en posiciones inferiores o superiores respecto a nosotros. Debemos compartir los beneficios con equidad, no privando a nadie de lo que le es debido legalmente. También debemos satisfacer las demandas legítimas de nuestro gobierno. El Maestro Charan Singh da directrices específicas sobre este último punto:

En nuestras relaciones con el gobierno (pago de impuestos), siempre debemos hacer lo correcto, sin preocuparnos de lo que el gobierno haga o deje de hacer.
Maestro Charan Singh61

También nos aconseja que hasta donde sea práctico y posible, debemos asegurarnos de que nuestros medios de vida no nos impliquen ni siquiera indirectamente en consecuencias negativas, tales como negocios que en alguna fase conduzcan a sufrimientos para las personas o los animales. Ya hemos indicado que cuando formamos parte de una cadena de sufrimiento, aun cuando no seamos el principal ejecutor, también nos implica en el dolor resultante:

Manejar productos cárnicos implica una carga de karmas, así que los seguidores de Sant Mat siempre deben esforzarse por evitarlo. Cada uno ha de responder por sus propias acciones, y el precio ha de ser pagado por todo lo que hacemos o pensamos. Esfuérzate por evitar en lo posible el trabajar con productos cárnicos.
Maestro Charan Singh62

En tiempos del Maestro Sawan Singh, un buscador, Saa’in Sharif-ud-din, acudió a él pidiéndole la iniciación. Saa’in Sharif-ud-din era un asceta musulmán que llevaba la kafanee de los ascetas, un paño ceñido al cuello para recoger limosnas. Cuando pidió al Maestro que le iniciase, el Maestro Sawan Singh se negó a hacerlo, diciendo: “Para meditar, es imprescindible ganarse la vida. ¿Para qué serviría dar el Nam a una persona que no se gana su propio sustento?”. Al día siguiente, el asceta se quitó su kafanee y sus hábitos de asceta, se puso ropa sencilla, tomó un hacha y comenzó a trabajar de leñador. Entonces el Maestro le dio la iniciación.

Hay muchos ejemplos en los que el Maestro Charan Singh expone el mismo punto:

El Maestro puede ayudar en el progreso espiritual de las personas, pero todas ellas han de ganarse la vida honradamente para vivir en el mundo con independencia. Sant Mat espera que todos vivan de sus propios ingresos honrados sin depender de los demás. Él debe buscar algún trabajo para ganarse la vida. Esta es su obligación.
Maestro Charan Singh63
Debemos vivir de nuestros propios recursos, sin depender de la caridad de los demás para vivir. Cada moneda que recibamos de quienquiera que sea, tiene que ser devuelta de alguna manera en esta vida o en alguna vida futura.
Maestro Charan Singh64
Todos hemos de tener alguna ocupación digna con el fin de ganarnos honradamente la vida; y para esto debemos prepararnos durante la juventud. Sin un empleo estable a mano, la mente no tendrá esa libertad de preocupaciones y ansiedades que tan importante es para meditar.
Maestro Charan Singh65
Debieras esforzarte por permanecer en un empleo y no cambiar tan rápidamente de uno a otro. La estabilidad solo puede venir cuando perseveramos en un empleo y nos creamos un lugar en la organización. Sirviendo, hemos de ser pacientes, leales y fieles a la dirección y a la empresa.
Maestro Charan Singh66

Estas son directrices muy específicas para ayudarnos a conseguir nuestro objetivo. Está claro que si no tenemos algún medio honrado para vivir, nuestra práctica espiritual no nos llevará a ninguna parte. El ideal que los santos nos proponen consiste en la devoción a Dios combinada con la dedicación al trabajo. La honradez siempre dará fruto con el tiempo, aun cuando puede que sus resultados no sean inmediatamente perceptibles:

Hasta donde puedas, come el pan de tu propio trabajo:
  una vida ganada honradamente nunca es malgastada.
Dotados de la devoción a Dios y la dedicación al
  trabajo, realizamos nuestro propósito en la vida.
Guru Ravidas67

El santo Namdev nos da una sencilla directriz de tres puntos:

Con tu lengua repite el Nombre de Dios, Oh Trilochan.
Ocupa tus manos y pies en el trabajo,
  pero da tu mente a Dios, dice Namdev.
Baba Namdev68

El trabajo que hacemos sincera y honradamente encauza la naturaleza inquieta de la mente y nos hace menos propensos a las tendencias negativas: “La ociosidad es la madre de todos los vicios”, afirma un célebre proverbio. Ese trabajo no solo dirige positivamente a la mente, sino que también nos hace apreciar más los regalos de la vida.

Navegando con los vientos del contento y el desapego

A medida que vamos construyendo a nuestro alrededor la atmósfera que necesitamos para apoyar nuestra meditación, vamos también comprobando que los altibajos de la fortuna ya no nos perturban tanto.

Si un hombre hace el bien,
  dejadle que lo haga una y otra vez.
Dejadle que ponga su corazón en ello.
La felicidad es el resultado de la buena conducta.
Dhammapada69

El volvernos felices, el estar satisfechos y desapegados impulsa las velas de nuestro buque y nos lleva sin esfuerzo en la dirección que deseamos seguir. En palabras de Emerson y Aristóteles:

Aquello que hacemos de modo persistente se vuelve fácil; no se trata de que haya cambiado la naturaleza de la tarea, sino que ha aumentado nuestra habilidad para hacerla.
Ralph Waldo Emerson70
Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito.
Aristóteles71

Nos aferramos a las cosas del mundo únicamente porque tememos soltarlas. Una vez que las soltamos y dejamos que nuestro destino siga su curso, comprobamos que la vida se vuelve inmediatamente más fácil y placentera. Como lo que vamos a recibir ya está escrito en nuestro destino, y no recibiremos ni más ni menos, independientemente de lo que hagamos, la pregunta que necesitamos hacernos constantemente es: ¿Qué necesidad tenemos de transigir en nuestros principios?

El verdadero desapego del mundo solamente puede surgir de la atracción y apego a algo superior. Una vez que dentro de nosotros entremos en contacto con el Verbo y experimentemos su dulzura, quedaremos desapegados sin ningún esfuerzo y automáticamente soltaremos aquello a lo que ahora estamos aferrados. Entonces nuestra mente reflejará las tranquilas y positivas cualidades del alma, en lugar de la voluble y negativa naturaleza de los sentidos. Se convertirá en nuestro constante apoyo y aliado, impulsándonos en nuestro viaje, ya solo querrá estar asociada con su nueva compañera, el alma, de modo que pueda experimentar más deleites.

La caridad ayuda al desapego

Para fomentar el desapego del mundo y estimular el amor al Creador, la mayor parte de las tradiciones espirituales nos exhortan a desprendernos de una parte de nuestros ingresos. La caridad expresa el amor, que es el Creador proveyendo a otros cuyas circunstancias materiales les hacen difícil la vida. La caridad no es cuestión de cuánto damos; sino del amor con que damos. En la Biblia, este punto está bien ilustrado en una célebre anécdota:

Jesús se sentó frente al arca del tesoro y miraba cómo la gente echaba monedas en el arca del tesoro: muchos ricos echaban mucho. Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as. Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: “Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del tesoro. Pues todos han echado de lo que les sobraba, esta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir”.
Evangelio de Marcos72

Lo que hallamos en la práctica es que incluso deseando dar limosna, nos resulta difícil hacerlo porque estamos apegados a todo lo que poseemos:

Nosotros, que proclamamos estar buscando la vida eterna, no miramos con desapego ni siquiera al objeto más insignificante... Desnudémonos de todo, ya que nuestro adversario está desnudo frente a nosotros. ¿Acaso los atletas compiten con su ropa puesta? No... Ahora bien, nosotros también proclamamos que somos atletas, y estamos luchando contra adversarios mucho más hábiles que todos los que son visibles. Sin embargo, en vez de desnudarnos, entramos en la contienda llevando innumerables cargas en los hombros, y así damos a nuestros adversarios muchas oportunidades para que nos agarren.
La Filocalia73

No vemos que la caridad trae consigo sus propias recompensas. Cuando damos a otros sin ningún deseo ni expectativa, cuando nos desprendemos de nuestros apegos, nos sentimos aliviados de las complicaciones que frecuentemente los bienes mundanos traen consigo. En palabras del filósofo Martin Heidegger:

La renuncia no quita. Da. Da el inagotable poder de las cosas sencillas.
Martin Heidegger74

Y con palabras del sabio profesor-sirviente, Mirdad:

Más posesión; más poseído.
Menos posesión; menos poseído.
Mikhail Naimy75

El repartir parte de los ingresos que hemos ganado con grandes esfuerzos, inculca en nosotros el convencimiento de que en realidad no somos dueños de nada de lo que tenemos. En los momentos en que nos encontremos totalmente metidos en las cosas del mundo, y que por causa de ello nos sintamos estresados o afligidos, sería bueno pensar: si me dijeran que me queda un día de vida, ¿en qué pondría mi energía?, ¿qué haría con mi tiempo?

Es muy fácil olvidar que somos custodios, no propietarios, de nuestra riqueza material, y que algún día la muerte nos separará de ella. Todo lo que pensamos que es nuestro, ya sea familia, amigos, posesiones u otras formas de riqueza, son regalos que se nos han prestado. Si entendemos esto, desarrollaremos en nuestros corazones un espíritu de caridad hacia todas las formas de vida. Entonces podremos disfrutar de todo lo que tengamos sin ser poseídos.

Lo único que en verdad poseemos es nuestra riqueza espiritual, la cual nos ganamos adorando al Creador. Dar algo de nuestra riqueza material es un modo de acordarnos de este hecho y de expresar nuestra reverencia y gratitud al Creador.

El hacer partícipes de una parte de nuestros ingresos a aquellos que no utilizarán nuestra limosna para ningún fin inmoral, apoya nuestro trabajo espiritual; pero siempre debemos guardarnos del orgullo. Con el propósito de protegernos contra esto, en el Nuevo Testamento Jesús nos aconseja que cuando estamos distribuyendo algo ni siquiera la mano derecha debe saber lo que está haciendo la mano izquierda.76

El dinero es peligroso para el buscador de la riqueza espiritual. ¿Quién de nosotros no ha visto cómo la riqueza confunde y corrompe? A veces se dice que si uno quiere arruinar a una persona le basta con darle dinero en abundancia. Por esta razón las personas prudentes distribuyen su riqueza generosamente. Kabir Sahib previene:

Cuando aumenta la riqueza en la casa,
  cuando el agua llena un bote,
  arrójalas fuera con ambas manos.
Esta es la manera sensata de obrar.
Kabir Sahib77

La verdadera caridad es liberadora y vigorizante. Libera la mente y refuerza nuestra decisión de unir nuestra suerte con la de un poder que promete infinitamente más de lo que pueda proporcionarnos toda la riqueza del mundo.

Contento, entrega de sí mismo y alegría

El estar contentos con lo que se tiene es el remedio contra la avaricia. El contento no puede ser nunca logrado por medio de las cosas de este mundo, porque nada del mundo físico dura. El contento real viene entregándonos al espíritu, al océano de amor que es el origen de toda vida y que es constante e ilimitado. Entregándonos, entregamos nuestras responsabilidades: la diminuta gota que en sí misma estaba manchada, se torna pura una vez que su suciedad es absorbida por el vasto océano.

Fe y amor constituyen los cimientos de Sant Mat: fe y amor al Shabad y al Satguru. Viene luego la entrega a la voluntad del Satguru, no una entrega servil sino una entrega amorosa. Entonces cambia el móvil principal de la acción, y la voluntad del Señor o del Satguru reemplaza a la mente como energía motriz. Así el alma se pone en perfecta armonía con el Señor, la mente es destronada y Dios es entronizado. Esto, naturalmente, implica una lucha, incluso una encarnizada lucha hasta el final; pero hay que pensar también en la victoria definitiva... Es el Shabad el que a su tiempo te elevará sobre la materia y maya.
Maestro Charan Singh78

Cuando le damos prioridad a nuestra meta espiritual, comprobamos que aumentan nuestro contento y felicidad. Cuando nuestras vidas son claras, armoniosas y equilibradas, dormimos bien durante la noche porque estamos en paz con nosotros mismos. Por medio de nuestra propia experiencia descubrimos para bien nuestro que todo lo que tenemos nos viene a través del orden natural de la creación de Dios, y no mediante nuestros esfuerzos:

Al entregarte a ti mismo con todo tu corazón a la divina voluntad, no buscando cosas tuyas propias... mantendrás un talante uniforme... sopesando todas las cosas con un mismo criterio.
Tomás de Kempis79

Es nuevamente cuestión de ver las cosas desde el punto de vista espiritual. En el Nuevo Testamento, Jesús nos ofrece una bella imagen de la actitud que necesitamos adoptar para vivir bien:

Por eso os digo: no andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.

Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros?
Evangelio de Mateo80

Cuando abandonemos nuestra voluntad a la voluntad del Creador; cuando pongamos nuestra vida en manos del Ser supremo, sabiendo que obtendremos exactamente lo que nos es debido, ni un ápice más ni un ápice menos; cuando recordemos que todo lo que aparece en nuestro camino (bueno o malo), viene porque lo hemos ganado; entonces nos volveremos despreocupados como en la niñez. Escuchemos el consejo de dos culturas muy distintas, la judeo cristiana y la india:

Dad a Dios lo que es suyo, porque vosotros y todo lo que poseéis sois de Él. Y David expresó esto así: Todas las cosas son de ti, y te hemos dado únicamente lo que es tuyo.
Ética de Los Padres81
Entregándote lo que es tuyo, ¿qué puedo yo perder?
Kabir Sahib82
Los santos: espejos de la verdad

Los adeptos místicos (o santos) están ante nosotros como ejemplos de cómo vivir correctamente en el mundo. Rumi dice:

Has de saber que de pies a cabeza el shaykh
  (místico perfecto) no es sino los Atributos de
  Dios, aun cuando lo ves en forma humana.
En tus ojos, él es como espuma,
  pero él se describe a sí mismo como el océano;
A los ojos de los hombres está quieto,
  pero en cada instante está viajando.
Aún te resulta difícil entender el estado del shaykh,
  aun cuando él despliega un millar
  de los mayores signos de Dios;
  ¡qué torpe eres!
Jalaluddin Rumi83

Los santos encarnan todo lo positivo debido a que son seres autorrealizados y realizados en Dios, y porque en todo ven únicamente al Shabad; esa energía creadora positiva que es Dios. Cada una de sus acciones da testimonio de esa energía positiva.

Siguiendo su ejemplo, moldeando nuestras vidas de acuerdo con las suyas, también nosotros llegamos a conocernos a nosotros mismos. De nuevo Rumi lo expresa hermosamente:

El reflejo proyectado de buenos Amigos,
  es necesario hasta que seas capaz,
  sin la ayuda de ningún reflejo,
  de extraer agua del Mar.
Has de saber que el reflejo proyectado
  primeramente es solo imitación, pero cuando ha
  llegado a ser continuamente repetido,
  se torna en directa realización de la verdad.
Hasta que no haya llegado a ser realización,
  no te separes del Amigo por el cual eres guiado;
  no salgas rompiendo el cascarón.
La gota de agua todavía no se ha convertido en perla.
Jalaluddin Rumi84

Hasta que no nos convirtamos en perlas, hasta que no lleguemos a seres realizados, existe siempre el peligro de que nuestra ceguera nos confunda en cuanto a distinguir lo bueno de lo malo. Por eso necesitamos imitar a los santos. Son ejemplos vivientes de cómo se ha de vivir. Los santos son, a lo largo de toda la historia, los más bellos ejemplos de la plena floración de las más excelentes cualidades humanas. Sean de nacimiento real o humilde, llevan vidas de sencillez y nobleza, viviendo en el mundo pero sin dejar que los aspectos negativos afecten a lo que ellos son.

La batalla de la vida

Nuestro objetivo es el tesoro del espíritu. Lo llamemos Dios, el Verbo, la Verdad, el Shabad, la Sabiduría, o el Amor, la palabra no importa. No hemos de apartarnos de nuestro objetivo. Jesús enseñó:

No os amontonéis tesoros en la tierra,
  donde hay polilla y herrumbre que corroen,
  y ladrones que socavan y roban.
Amontonaos más bien tesoros en el cielo,
  donde no hay polilla ni herrumbre que corroan,
  ni ladrones que socaven y roben.
Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
Evangelio de Mateo85

El sendero no es nunca fácil. Este es el viaje más difícil de nuestras vidas. El santo, el verdadero ser humano, es nuestro maestro, y mirándole sabemos qué cualidades necesitamos adquirir. También nos damos cuenta que hemos entablado una batalla con nuestra mente (tenemos que subyugarla, vencerla y transformarla), la cual es el adversario más poderoso de la creación:

Si vences a tu mente,
  has vencido al mundo.
Guru Nanak86
Si un hombre venciere en la batalla
  un millar de veces mil hombres,
  y otro se venciese a sí mismo,
  este sería indudablemente el más grande de los conquistadores.
Dhammapada87
Los profetas y santos no eluden el combate espiritual.
El primer combate espiritual que entablan en su
  búsqueda, es el de matar al ego, y el de abandonar
  los deseos personales y las apetencias sensuales.
Esta es la Mayor Guerra Santa...
Jalaluddin Rumi88
Están cerrados todos los ojos y oídos,
  excepto los ojos y oídos de aquellos
  que han escapado de sí mismos.
Jalaluddin Rumi89
Los santos viven entre nosotros

A lo largo de la historia, hallamos pruebas de muchas almas altamente evolucionadas cuyas vidas dan testimonio del principio de vivir honestamente. El santo del siglo trece Namdev se ganaba la vida como tintorero y estampador. En el siglo quince, el místico mundialmente famoso Kabir Sahib trabajaba de tejedor, y en los largos viajes que emprendía para reunirse con sus discípulos y buscadores, llevaba consigo su telar. Guru Ravidas se ganaba la vida como zapatero, a pesar de tener discípulos de sangre real que gustosamente le habrían mantenido. Guru Nanak (contemporáneo de Kabir Sahib), se mantenía a sí mismo y a su familia trabajando de agricultor. El místico del siglo dieciséis Dadu Dayal, trabajaba de cargador de algodón. Paltu Sahib (un santo del siglo dieciocho), se ganaba la vida como tendero.

En tiempos recientes, tenemos el ejemplo de los maestros de la línea de Radha Soami. Baba Jaimal Singh sirvió como soldado en el ejército durante treinta y dos años y luego vivió de su pensión el resto de su vida. El Maestro Sawan Singh, discípulo y sucesor de Baba Ji, se mantuvo a sí mismo y a su familia como ingeniero militar, comprando más tarde terrenos cultivables con el fin de proporcionar ingresos para sus hijos y los descendientes de estos. En 1947, poco antes de morir, decía a la gran multitud de sus discípulos congregados para satsang:

Toda mi vida he vivido de mis propios ingresos. Del sangat nunca he tomado ni un céntimo para mi uso personal, ni he tomado nunca en préstamo dinero de los fondos del satsang. Para salir en viajes de satsang he usado sin duda el coche del Dera, y es probable que a veces Bibi Ralli haya tomado y cocinado hortalizas de la huerta del Dera. Por estos dos lapsus pido perdón al sangat. Si alguien me debe dinero le perdono la deuda. Si yo debo algo a alguien, le pido que me lo diga y le pagaré. Y si he dicho palabras duras a alguien, le pido por favor que me perdone.
Maestro Sawan Singh90

El Maestro Jagat Singh (el siguiente Maestro), era un químico de profesión que vivía sencilla y frugalmente, dando la mayor parte de sus ingresos a estudiantes pobres que no tenían medios para pagarse la educación. Su sucesor, el Maestro Charan Singh, trabajó de abogado, y cuando fue Maestro se mantuvo de la granja familiar. Al mismo tiempo que hacía frente a sus responsabilidades privadas, prestaba generosa ayuda financiera a personas necesitadas, y regularmente donaba productos de su granja a un sangat que crecía rápidamente. Su sucesor (el actual Maestro vivo, Baba Gurinder Singh), trabajó como directivo de empresa, y con su granja y otras propiedades continúa la tradición de los santos de mantenerse a sí mismos y a su familia, sin aceptar ni dinero ni regalos para su uso personal.

En 1957, el Maestro Charan Singh instituyó la Fundación Radha Soami Satsang Beas y le transfirió todos los activos del sangat, valorados en millones de rupias, que hasta entonces habían figurado tradicionalmente a nombre del Maestro. Como resultado de este cambio, todo el dinero y propiedades recibidos por el Dera en donación, son abonados ahora a esta Fundación. La Fundación administra todos los fondos y propiedades de la comunidad y lleva cuentas detalladas, que el Maestro pone a disposición de todo el que desee verlas.

Nos basta con leer un poco sobre estos santos para comprobar que llevaron vidas ejemplares y difundieron su mensaje de verdad mientras se mantenían estrictamente de su propio trabajo y esfuerzo.

La transformación

En nuestro viaje por la vida, si vamos hundidos bajo una carga de piedras, no podremos llegar a nuestro punto de destino. En cambio, si como los místicos, no acumulamos cargas, entonces el viento del amor de Dios en la forma de Shabad impulsará nuestro buque. Para hacer el viaje necesitamos entusiasmo, fortaleza y coraje. Habrá muchas ocasiones en que desfallezcamos. El emperador romano Marco Aurelio nos aconseja que pensemos positivamente, que nos alegremos de estar en un sendero curativo, restaurador, de acción positiva, y que no nos desalentemos por nuestras faltas. Dice:

No sientas remordimientos, ni desaliento, ni desconcierto si no tienes siempre éxito al obrar desde principios rectos; sino que cuando estés frustrado vuelve a ellos y regocíjate si en conjunto tu conducta es digna de un hombre, y aprecia la ruta a la que has vuelto.
Marco Aurelio91

También nos aconseja cultivar ante la vida una actitud que nos permita observar todo de nuevo cada día, como una nueva oportunidad de ser verdaderos con nosotros mismos.

A tu alcance está una nueva vida. Solo tienes que ver las cosas una vez más a la luz de tu primera y temprana visión, y la vida comenzará de nuevo.
Marco Aurelio92

Debido a que llevamos con nosotros de un lado para otro el equipaje de nuestros hábitos mentales negativos, perdemos el ánimo, perdemos el coraje y nos juzgamos a nosotros mismos. No deberíamos perderlos; pero incluso parece como si disfrutásemos de la desdicha que su pérdida trae consigo. Tales emociones no nos llevarán a ninguna parte. Jesús aconsejó a sus discípulos que fuesen como niños;93 cuando somos jóvenes vemos la vida con las mentes y los corazones abiertos. Baltasar Gracián nos previene contra la tendencia a la tristeza y la autocompasión, mostrando cómo en último término esas tendencias pueden ocasionar nuestra caída:

Busca lo bueno en todo. No hay nada que no encierre algo bueno con solo buscarlo. Pero las mentes de algunos hombres están cargadas de tal desdicha que, entre un millar de puntos buenos, se las arreglan para dar en algún defecto aislado, y a este lo agitan como basureros de los propósitos y mentes de los hombres. En ello hay una perversa alegría, ya que de este modo pueden sentirse superiores. Huye de tales cavadores de tumbas, pues con el tiempo son ellos quienes caen en el hoyo. Sé el hombre que, entre un millar de males, da con lo único bueno. Los buenos encuentran lo bueno, pero lo bueno que viene demasiado tarde no vale prácticamente nada.
Baltasar Gracián94

Mientras que es bueno conocerse a sí mismo, el juzgarnos demasiado rigurosamente resulta peligroso y contraproducente. Con la misma generosidad de espíritu y tolerancia que mostramos hacia otros, necesitamos ser también compasivos y generosos con nosotros mismos.

Para que nunca perdamos de vista la ley del universo, todas las culturas nos aconsejan que recordemos la regla de oro “trata como quieres ser tratado”: trata a los demás como quisieras ser tratado por ellos:

Lo que no quieras que te hagan otros,
  no lo hagas a otros.
Confucio95
Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan
  los hombres, hacédselo también vosotros a ellos:
Porque esta es la ley y los profetas.
Evangelio de Mateo96

Cuando entendemos la importancia de vivir de acuerdo a los principios enraizados en una perspectiva espiritual, comenzamos a apreciar lo que significa “vivir honestamente”. Mientras nuestra visión esté limitada a la existencia física, nunca nos parecerá que haya justicia en el mundo. Una vez que constatemos que la vida va más allá de lo físico (que volvemos repetidamente a este mismo teatro de acción para enfrentarnos con las consecuencias de nuestras acciones), y una vez que aceptemos que la gente puede renacer en formas inferiores a la humana, simplemente para reparar los sufrimientos que ellos causan a otros, entonces comenzaremos a entender la necesidad de optar hoy por la acción correcta.

Nuestra tarea es poner nuestras vidas en armonía con nuestra meta espiritual, pero para esto, hemos de tener paciencia. El niño va madurando desde la infancia, pasando por la niñez y la adolescencia, hasta la madurez; de igual modo, para nuestro bien a largo plazo, necesitamos ser equilibrados y dejar que nuestro desarrollo se efectúe de manera natural. Si nos esforzamos por llegar a nuestra meta por el mero procedimiento de reprimir las tendencias negativas habituales, habrá con certeza una reacción en alguna fecha futura. La supresión y represión no son la respuesta. El proceso de poner nuestras vidas en orden y transformarnos espiritualmente, ha de ser visto como una evolución permanente de toda la vida hacia nuestra meta.

La vida puede ser tan sencilla o tan complicada como la hagamos nosotros. Marco Aurelio nos da una directriz de máxima sencillez:

Si no es correcto, no lo hagas. Si no es cierto, no lo digas.
Marco Aurelio97

Mientras vamos caminando en nuestro viaje, necesitamos acordarnos constantemente (por medio de la meditación, el satsang, y la lectura y atención a las palabras de los santos), de quiénes somos y adónde vamos.

Las sabias enseñanzas del mundo ponen ante nosotros un ideal que nos guía en este proceso de transformación espiritual. Dichas enseñanzas nos estimulan a ir paso a paso en la dirección que deseamos, a ser prácticos y a razonar con nosotros mismos. Vivimos como parte de la creación y todos tenemos nuestro propio destino que se manifiesta como responsabilidades que debemos desempeñar.

Conclusión

Cuando antes de la iniciación, nos decidimos a vivir de acuerdo con principios espirituales, nos comprometimos seriamente a desviar nuestra orientación de las metas materiales. Por medio de este compromiso nos protegemos contra la pérdida del precioso don que se nos ha dado. Al vivir de acuerdo con nuestros principios, descubrimos que este es un proceso de dos direcciones: el vivir honestamente apoya nuestro crecimiento como seres humanos verdaderos y felices; luego, este crecimiento refuerza más nuestra decisión y posibilidad de hacer lo que sabemos que es correcto. Al vivir honestamente se nos hace más fácil reconocer y resistir los impulsos negativos de la mente; a medida que nos vamos acercando al origen del Verbo, experimentamos creciente dicha en el camino espiritual.

Aplicando nuestros principios, llegamos a ver la vida en su verdadera perspectiva. Solo quebrantamos nuestros principios cuando no podemos entender el orden espiritual de la creación. El Maestro Charan Singh solía decir que ni siquiera robaríamos un lápiz en presencia de un niño de cinco años; la inocencia del niño reflejaría hacia nosotros la indignidad de nuestra acción y nos haría sentir vergüenza. Los santos nos exhortan a recordar que el Shabad (esa energía que vivifica, sostiene y gobierna toda la creación), está presente dentro de nosotros las veinticuatro horas del día, y que somos responsables de todo lo que hacemos. Los santos nos enseñan a realizar cada una de nuestras acciones con esta conciencia. Entonces llegaremos sin falta a nuestra meta.